- mandarina
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Este fruto, cuyo nombre técnico en botánica es citrus nobilis deliciosa, algo así como \'cítrico noble delicioso\', es originario, como la naranja, de la lejana China -recuérdese la exclamación negativa ¡naranjas de la China!-, aunque no llegó a Europa, al menos masivamente, hasta la primera mitad del siglo XIX. En cualquier caso, no es en absoluto descartable que los árabes, el propio Marco Polo (1254-1324), los navegantes portugueses y otros comerciantes europeos tuvieran noticias de la mandarina y la trajeran mucho antes a Occidente.Dado su origen oriental y la «nobleza» -por qué no pensar también que fuera alimento propio de clases nobles- y lo exquisito de su sabor denotados en su denominación técnica, el fruto recibió su nombre a partir de la palabra mandarín, que vive en nuestra lengua desde principios del siglo XVII, procedente del portugués mandarim, término con el que los portugueses denominaron a los altos funcionarios chinos de la época imperial (hasta 1911) y que después también sirvió para hacer referencia a la variedad de chino que hablaban éstos, es decir, a una forma culta de chino pequinés, en sus orígenes una lengua literaria y burocrática. En la actualidad el chino mandarín es, por antonomasia, el chino culto.El portugués mandarim tiene raíces en el malayo mantari, \'consejero, ministro\', del sánscrito mantrinah \'funcionario de estado, consejero\', con una clara influencia de la voz portuguesa mandar, \'mandar, ordenar\', del latín mandare. Al fin y al cabo, todo vuelve a su origen en esta hermosa etimología que podríamos denominar «circular»: tanto mantrinah como mandare pudieron muy bien haber salido de la raíz indoeuropea *man-, \'mano\', tomada en el sentido de \'dirección, poder, caudillaje, mando\'.Al árbol que produce mandarinas se le denomina con el masculino del nombre del fruto: mandarino, cosa nada extraña en español (naranjo, manzano). clementina.
Diccionario del origen de las palabras. 2000.
